Basílica del Pilar

Echando la vista atrás

Cuenta la historia que el templo se construyó sobre el lugar en el que la Virgen María se apareció al apóstol Santiago sobre un pilar de mármol. Desde ese momento, comenzaron a construirse en el lugar diferentes templos que se irían sucediendo a lo largo de la historia.

El pequeño templo daría paso a una iglesia mozárabe que posteriormente se convertiría en una iglesia de estilo románico. Tiempo después, pasaría a ser una iglesia de estilo mudéjar antes de llegar a convertirse en el impresionante templo de estilo barroco que se conserva en la actualidad.

La Basílica del Pilar de un vistazo

La Basílica del Pilar cuenta con una imponente fachada de 130 metros de largo, por lo que ocupa prácticamente uno de los laterales de la Plaza del Pilar y resulta imposible no verla desde casi cualquier parte de la ciudad.

Una vez en el interior de la inmensa basílica, la Capilla de Nuestra Señora del Pilar es el cálido refugio de la emblemática figura de la Virgen del Pilar. La capilla se muestra como un armonioso conjunto de estilo barroco extraordinariamente decorado en el que la Virgen del Pilar acapara las miradas de todos los visitantes a pesar de sus reducidas dimensiones.

Mientras recorremos las diferentes naves y capillas, prestando atención a los detalles, nos encontramos con algunos objetos que aparentemente se encuentran fuera de lugar, como es el caso de dos bombas de la Guerra Civil Española que cayeron frente a la Santa Capilla pero afortunadamente no llegaron a explotar.

Torre del Pilar

Ideal para contemplar el corazón de la ciudad a vista de pájaro, la Torre de San Francisco de Borja es uno de los puntos más emblemáticos de la Basílica del Pilar y desde sus 62 metros de altura se obtienen unas vistas panorámicas mágicas.

La torre cuenta con dos miradores localizados a diferentes alturas. Nada más bajar del ascensor nos encontramos con el mejor de ellos, ya que permite disfrutar de las vistas sin cristales de por medio.

Después de asomaros a cada una de las ventanas para deleitaros con las vistas más privilegiadas de Zaragoza, podéis seguir ascendiendo por la torre para llegar hasta el mirador superior. En este caso, las escaleras de caracol nos llevan hasta un mirador algo más pequeño cubierto por cristales.

Museo Pilarista

El Museo Pilarista ofrece un recorrido por la historia religiosa a través de una rica colección formada por cálices, coronas y algunos de los mantos de la Virgen que se exponen a lo largo de 12 vitrinas.

Cintas de la Virgen del Pilar

Uno de los recuerdos más populares que se pueden comprar en Zaragoza son las cintas de la medida de la Virgen del Pilar.

Durante el siglo XVII era muy común que se solicitaran los mantos de la Virgen para prestárselos a los enfermos, hasta que llegó un punto en el que no era posible atender todas las peticiones que llegaban.

Para solucionar este problema se crearon las Cintas de la Medida de la Virgen, cintas de seda de diferentes colores que cuentan con la medida de la figura de la Virgen (36,5 centímetros) y sirven para proteger a todo el que las lleva consigo.

Las cintas solo se pueden comprar en la pequeña tienda que se encuentra junto a la puerta derecha de la Basílica del Pilar.